"Un cronopio es un dibujo fuera del margen, un poema sin rimas, junto con los famas y las esperanzas, integran el mundo."
Dice mi madre que no soy ave de jaula y, mi padre, que idealizo lo extinto. Empecé a escribir en márgenes de prospectos cuando tenía la cara tan pequeña que parecía que le había tomado prestados los ojos a un adulto. Me inicié como cronista en el cumpleaños de una elefanta. Descubrí que igual había nacido para mezclar periodismo, antropología y panolismo cuando me vi en unas montañas armenias, conviviendo con nómadas que rezaban a un pavo real y tomando notas de manera enfermiza entre vodka y vacas.
Ahora escribo para RBA, en la colección de biografías Grandes Mujeres. Escribo habitualmente para Yorokobu, Altaïr y Ling. "Destrozares" es mi columna mensual en Plaza. He publicado reportajes y crónicas en Jot Down, Papel, Verne, El comidista, El Español, Pikara y FronteraD, entre otros.
Tengo un par de libros: Quién te cerrará los ojos (Libros del K.O., 217), sobre resistencia rural, y Heridas del viento (La línea del horizonte, 2018), sobre Armenia. He participado en el libro (h)amor (Contintametienes, 2015).
Fui finalista del Premio Colombine y participé en el especial 28 días de Verne, finalista del Premio García Márquez. Nunca he ganado nada. Y este blog está muerto.
Tengo un par de libros: Quién te cerrará los ojos (Libros del K.O., 217), sobre resistencia rural, y Heridas del viento (La línea del horizonte, 2018), sobre Armenia. He participado en el libro (h)amor (Contintametienes, 2015).
Fui finalista del Premio Colombine y participé en el especial 28 días de Verne, finalista del Premio García Márquez. Nunca he ganado nada. Y este blog está muerto.
@V_elociraptor